Así es como estaba al principio, lo limpiamos y lo desinfectamos porque lo habían tomado como casa bastantes bichos..
Una vez recuperada la madera elegí una tela que me encantaba para forrar el fondo, lineas de distintos grosores en blanco, beige, marrón, amarillo y turquesa. Tomé esa paleta de colores para pintar la tapa, que no me convencía, y las patas, que quería resaltar.
Cuando lo terminamos me gustaba tanto que no quería ponerlo a la venta, sentía que era como un hijo, mi primer reciclado, mi primer trabajo, mi primer diseño.
Ahora vive en la casa de mis padres. Si, mi papá fue el comprador. Cada vez que los vengo a visitar, lo miró y me encanta que lo tengan.
Está ubicado en el living, al lado del sillón, repleto de libros de todo tipo. Le agrega color a un espacio donde hay muchos muebles de campo y una paleta de colores tierra.
Las patas turquesa me parecen muy simpáticas y esa mini plancha de hierro antigua me gusta tanto.
La combinación de la madera y el amarillo gastado en la tapa conviven a la perfección con los muebles rústicos del resto del ambiente.
Espero que les guste tanto como a mi.
Que hermoso post!! Me encanta todo el proceso que tuvo y como elegiste la combinación de colores y la tela de fondo!! :)) Me encanta todo lo que tienen en Nobles pensamientos!! besos
ResponderEliminarQue suerte que te guste Marti, gracias por pasar y comentar :)
ResponderEliminaresto es una belleza!! una genialidad!!
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